Esa pequeña luz en tu tablero con forma de llanta y un signo de exclamación ( ! ) es más importante de lo que crees. Se trata del Sistema de Monitoreo de Presión de Neumáticos (TPMS, por sus siglas en inglés), una característica de seguridad obligatoria en la mayoría de los vehículos nuevos. Pero, ¿sabes realmente cómo funciona y por qué no debes ignorarla?
¿Cómo Funciona el TPMS?
Tu vehículo tiene un pequeño sensor electrónico montado dentro de cada llanta. Este sensor mide constantemente la presión del aire y la temperatura. Si la presión de una o más llantas cae significativamente por debajo del nivel recomendado, el sensor envía una señal inalámbrica a la computadora del auto, que a su vez enciende la luz de advertencia en tu tablero.
Beneficio #1: Seguridad, tu Máxima Prioridad
Una llanta con baja presión es un peligro en la carretera. Afecta la estabilidad, la distancia de frenado y aumenta drásticamente el riesgo de un reventón (blowout), especialmente a altas velocidades. El TPMS te alerta de este peligro antes de que se convierta en una emergencia.
Beneficio #2: Ahorro de Dinero
Conducir con las llantas desinfladas no solo es peligroso, sino también costoso. Aumenta la resistencia al rodamiento, lo que obliga al motor a trabajar más y, por lo tanto, a consumir más gasolina. Además, acelera el desgaste de las llantas, obligándote a reemplazarlas antes de tiempo.
¿Qué Hago si se Enciende la Luz del TPMS?
- Revisa la Presión: Lo primero es revisar la presión de las cuatro llantas con un medidor y ajustarla al nivel recomendado por el fabricante.
- Si la Luz Persiste: Si después de inflar las llantas la luz no se apaga, puede significar que uno de los sensores está dañado o su batería interna se ha agotado.
Un sensor TPMS defectuoso no puede protegerte. Es crucial reemplazarlo para que el sistema de seguridad funcione como debe.
