Un viaje por carretera es sinónimo de libertad y aventura, pero una avería a mitad del camino puede arruinarlo todo. No dejes tu seguridad al azar. Antes de emprender cualquier viaje largo, tómate un momento para revisar estos puntos clave. Este checklist te ayudará a asegurar que tu vehículo esté en las mejores condiciones posibles.
1. Neumáticos: Tu Contacto con el Camino
- Presión de Aire: Usa un medidor para asegurarte de que todas las llantas (¡incluida la de refacción!) tengan la presión indicada por el fabricante (usualmente en una etiqueta en el marco de la puerta del conductor).
- Desgaste: Revisa la profundidad del dibujo. Si está muy bajo, la llanta no podrá evacuar el agua correctamente en caso de lluvia.
- Daños Visibles: Busca cortes, grietas o chipotes en los costados de las llantas.
2. Fluidos: La Sangre de tu Motor
- Nivel de Aceite: Con el motor frío, saca la bayoneta, límpiala, vuelve a insertarla y revisa que el nivel esté entre las marcas de mínimo y máximo.
- Nivel de Refrigerante: Revisa el depósito de expansión. El nivel debe estar entre las marcas indicadas. Nunca abras el tapón del radiador con el motor caliente.
- Líquido de Limpiaparabrisas: Rellena el depósito. Nunca sabes cuándo lo necesitarás.
3. Luces y Señales: Ver y Ser Visto
Pide ayuda a alguien para revisar que todas las luces funcionen correctamente: faros (altas y bajas), luces de freno, direccionales, intermitentes y luces de reversa. Es un punto de seguridad crucial.
4. Frenos: Tu Seguridad #1
Presta atención a cualquier ruido o sensación extraña. ¿El pedal se siente esponjoso? ¿Escuchas rechinidos? Ante la menor duda, es indispensable una revisión profesional. No te arriesgues.
Aunque puedes revisar muchos de estos puntos tú mismo, nada reemplaza la tranquilidad de una inspección profesional.